Crowdsourcing & Smart City: Una combinación clave para acelerar la Innovación y la Sostenibilidad

Crowdsourcing & Smart City: Una combinación clave para acelerar la Innovación y la Sostenibilidad

A lo largo de la historia, ha habido varias iniciativas de organizaciones, países o regiones para unificar a las personas, compartir la economía y los bienes, o dividir las responsabilidades entre cada miembro de un grupo.

Sin embargo, varias iniciativas que implican dar el control a las masas han terminado por politizarse, o han creado debates sobre si un sistema económico es mejor que los otros.

En los últimos años se han desarrollado nuevos tipos de economía y servicios, impulsados por comunidades de personas que comparten creencias, ideales u objetivos; especialmente gracias a Internet, y a un mundo más conectado y cada día más consciente de la necesidad de soluciones inteligentes.

De hecho, hemos sido parte del éxito de modelos como la financiación colectiva (crowdfunding), la descentralización de las monedas con criptomonedas (cryptocurrencies), y también, un importante cambio en la forma de crear e innovar gracias a la colaboración colectiva llamada crowdsourcing : un modelo de trabajo masivo que está potenciando a los individuos y las organizaciones con la ayuda de la «multitud».

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Qué significan Crowdsourcing y Smart City

Cuando hablamos de colaboración colectiva, nos referimos sobre todo a los individuos o empresas que utilizan sus conocimientos, habilidades y recursos para completar una o más tareas dentro de un negocio.

Si añadimos la palabra «multitud» antes, entonces no estamos hablando de individuos o empresas específicas contratadas, sino de cualquiera que tenga las habilidades y la motivación para contribuir, ya sea de forma gratuita o a cambio de una tarifa fija.

De esta manera, el crowdsourcing puede definirse como una forma de colaboración en la que casi todo el mundo puede contribuir a la realización de diferentes tareas, tanto si se han definido previamente como si han surgido por necesidad; y ocurre principalmente en Internet.

Un ejemplo famoso de este modelo es Amazon Mechanical Turk, una plataforma de crowdsourcing en la que empresas y particulares pueden publicar tareas con un precio fijo para que los usuarios del sitio las completen. En especial, las tareas que aún no pueden ser automatizadas.

Sin embargo, no todas las formas de crowdsourcing deben ocurrir completamente en línea, ya que Internet es más bien el ingrediente clave para mantener a todo el mundo alineado, informado y consciente de todo lo que está sucediendo.

Teniendo esto en cuenta, otras formas de crowdsourcing pueden incluir iniciativas de organizaciones, como los gobiernos, para solicitar algo a la gente, como soluciones creativas e innovadoras que respondan a las preocupaciones de las ciudades.

El sector de la salud, de las nuevas tecnologías y el sector de la energía, entre otros, ya desarrollan acciones y proyectos inteligentes a través de “desafíos por la innovación”. Habrás oído hablar de hogares inteligentes (smart homes) y de gadgets «inteligentes» como Google Home, pero ¿qué pasa si aplicamos esta tecnología a toda un área metropolitana? En este caso, hablamos de «ciudades inteligentes» (smart cities) y el crowdsourcing contribuye activamente a su desarrollo. 

Una ciudad inteligente es un área urbana que utiliza las tecnologías de la información y la comunicación, el Internet de las Cosas y dispositivos para recoger datos y gestionar eficientemente los recursos basados en estos datos (Big Data). Los recursos en cuestión incluyen la gestión de desechos, la eficiencia energética, el tráfico y el transporte público, etc. Barcelona por ejemplo, ha adoptado tecnologías inteligentes en su municipio y ha utilizado el crowdsourcing para satisfacer mejor las necesidades de los ciudadanos:

Existen muchas otras plataformas de crowdsourcing que ayudan a organizaciones y personas de todo el mundo a proponer soluciones para una transformación digital más rápida, como Civocracy o CitizenLab.

Cómo contribuye el Crowdsourcing al desarrollo de las ciudades del futuro

Estamos viviendo en una época inteligente. Estamos siempre conectados gracias al uso de los smartphones, nuestras casas están empezando a ser inteligentes y el IoT hace que nuestros dispositivos sean más inteligentes. También estamos dando los primeros pasos para pasar de nuestras ciudades actuales a ciudades inteligentes.

El uso de tecnología innovadora e Internet son, por supuesto, herramientas clave para que las ciudades se vuelvan inteligentes, pero la colaboración de los seres humanos inteligentes es más importante que nunca si realmente queremos que las ciudades se adapten a nuestras necesidades, en lugar de seguir adaptándonos a modelos que no están hechos a nuestra medida.

El primer aspecto es la integración de los ciudadanos, los gobiernos y las autoridades. No podemos predecir si la figura del gobierno se mantendrá, pero está claro que los gobiernos inteligentes confiarán en los ciudadanos, los jueces últimos de lo que una ciudad realmente necesita.

La Ciudad de Londres realizó campañas y concursos como el «Smart City Challenge», que ofrece un premio de 750.000 libras a los desarrolladores y startups para diseñar las mejores aplicaciones tecnológicas y las soluciones más creativas y eficientes con el fin de resolver los problemas más conocidos de la ciudad. La Ciudad de Londres lanzó otros concursos de colaboración, como el desafío «Smart Green Spaces» y organizó hackathons, como el «Climathon».

Las ciudades del futuro también deben proporcionar a sus habitantes datos públicos y transparentes sobre áreas como el consumo de energía, el nivel de contaminación, el tráfico, etc. Todo lo cual puede ser un bien público para cualquiera que quiera aprender más o contribuir con la ciudad.

Cooperación y especialización para una innovación más rápida

Tenemos la suerte de que hoy en día somos capaces de mantenernos conectados con personas de todo el mundo, y es posible para nosotros compartir nuestra experiencia o conocimiento en una o más áreas para ayudar a las personas, organizaciones y proyectos en los que creemos. Además, tener más de una habilidad es algo que se aprecia mucho, a diferencia de lo que ocurría hace años, cuando se esperaba que todos nos especializáramos en un área en particular.

Las ciudades pueden aprovechar esto para que finalmente sea posible encontrar soluciones a muchos de los problemas con los que se han enfrentado y que históricamente no han podido resolver, así como seguir mejorando con el tiempo.

El Crowdsourcing y la Sostenibilidad en el desarrollo de Ciudades Inteligentes

La sostenibilidad, la generación y el consumo de energía renovable y, en general, las mejores prácticas de consumo de energía son todas prioridades principales para que una ciudad sea considerada inteligente. Estas áreas son algunas de las que requieren la mayor colaboración de la gente.

Hoy en día, con el creciente interés y las iniciativas para adoptar fuentes de energía renovable, se ha acuñado un nuevo término: prosumidores. En el campo de la energía renovable, este término se refiere a aquellos individuos y organizaciones que producen su propia energía y distribuyen el excedente, o consumen la de otros cuando no han generado suficiente.

El uso de contadores inteligentes y otros dispositivos para recoger datos del consumo de energía en casas, edificios o industrias es otro aspecto en el que el crowdsourcing se vuelve fundamental, ya que estos datos pueden ser distribuidos para generar análisis claves con el fin de lograr una mayor eficiencia energética.

Los datos en manos de los ciudadanos

Si hay algo que las ciudades inteligentes van a necesitar, generar y consumir en cantidades masivas, son los datos. Pero estos datos deben ser usados de manera inteligente, abierta y transparente para abrir la puerta a soluciones e innovaciones de la multitud, o sea los ciudadanos.

optimizar la calidad de los datos energéticos

La IA se ha convertido en una herramienta fundamental para que las empresas, compañías e individuos generen soluciones en forma de inteligencia empresarial (business intelligence). Sin embargo, mientras que el aprendizaje automático (machine learning) y la IA pueden automatizar las tareas y procesar los datos, los seres humanos todavía son necesarios para obtener una visión real de estos datos.

Por ello, metodologías como los DataOps pueden aplicarse a escala macro en las ciudades, para que cada ciudadano,  y cada miembro de una organización, pueda ver los datos, trabajar con ellos y, con suerte, contribuir al desarrollo de la ciudad gracias a la información contenida en los diferentes conjuntos de datos.

Este es un momento emocionante en la historia, y muchas de las mentes que soñaban con un mundo conectado, donde todo el mundo podría contribuir a algo más grande, o fuera sea su propio jefe, estarían felices de saber que este tiempo ya ha llegado con Internet.

El Crowdsourcing es sólo un ejemplo de las muchas formas en que finalmente estamos abrazando nuestra naturaleza colectiva. Y como tal, los gobiernos y los ciudadanos tienen la posibilidad, pero también la responsabilidad de trabajar juntos, generar ideas y soluciones, y compartir lo que saben para seguir avanzando hacia un futuro más sostenible.


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